En la comarca de l’Horta Nord, en la parte noroeste de la provincia de Valencia, está situado el hermoso pueblo de Puzol o Puçol, una localidad que nos sorprende y atrapa con su enorme riqueza natural, histórica y artística. Un fin de semana o unas vacaciones en un apartamento turístico en este enclave único será una experiencia fascinante.
(Imagen: Puçol)
Y es que Puzol nos ofrece el alquiler más barato y una gran oferta turística:
1. Una rica naturaleza. El encanto de esta tierra le viene dado en parte por su gran diversidad natural, representada en su playa de fina arena, cuya enorme calidad le ha otorgado el distintivo de bandera azul, y además posee más de 2 km de longitud y está protegida por espigones. Aquí sentirás la brisa de levante mientras disfrutas de un baño o recorres su agradable paseo marítimo. Para los amantes de la aventura, sus ricos fondos marinos nos invitan a sumergirnos bajo sus aguas.
(Imagen: Puçol)
Además, el Paraje Natural protegido de la Costera, representativo de la gran biodiversidad mediterránea con pinos, carrascas, olivos o matorral, es un espacio privilegiado donde realizar magníficas rutas a pie. Puzol, como encrucijada de caminos, nos ofrece otras muchas rutas, como el Sendero de Gran Recorrido GR-10 que llega a Lisboa, la vía verde a lo largo del tren minero, la Vía Augusta, que unía Cádiz con los Pirineos o la Ruta del Cid, que enlaza Burgos y Valencia.
(Imagen: Puçol)
2. Rincones con encanto. Disfrutar de la vida urbana en sus plazas, jardines y parques es un placer durante cualquier época del año. Además, el mestizaje de esta tierra le ha otorgado el privilegio de aunar restos árabes, como el Molí de Vent o la Torre Talaia, con otros de época cristiana, como la muralla del jardín botánico y la bella iglesia de los Santos Juanes de estilo barroco y de gran riqueza artística con retablos de la Virgen. Además, una visita al Museo Etnográfico nos permitirá conocer el legado de este histórico pueblo.
(Imagen: Puçol)
Sus fallas, fiestas populares o sus tradicionales bous al carrer, son otro aliciente más para que disfrutemos de este destino inolvidable.
3. Una gastronomía única. Su estratégica situación entre mar, montaña y huerta queda evidenciada en sus platos, que nos deleitan con lo mejor de cada lugar. Podemos probar el delicioso conill amb tomaca o conejo con tomate, el putxero de Nadal, un cocido de carne, butifarra, garbanzos… o la sopa bruta, que añade al caldo del cocido pan, huevo duro, hígado y mollejas. También podemos probar el riquísimo plato marinero all i pebre, elaborado con anguilas en cazuela de barro. Y para endulzar el paladar, nada mejor que el pastís blanc, un bizcocho con almendras y merengue.
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